La pintura Metafísica nace en Italia, el mejor representante es Giorgio De Chirico. Hombre culto, conoce el mundo clásico y en su obra se refleja el arte griego, la arquitectura Renacentista, la filosofía de Nietzsche, Sopenhauer (» todo objeto puede tener un significa lírico, poético”), el psicoanálisis de Freud y la interpretación de los sueños.
Se conoce como pintura Metafísica (más allá de la realidad) por los interrogantes que nos plantea su observación, son pinturas enigmáticas que invitan a la contemplación calmada.
Su obra se caracteriza por:
A comienzos de su carrera artística en sus pinturas predominan paisajes urbanos inquietantes donde aparecen edificios clásicos, renacentistas junto a elementos surgidos con la Revolución Industrial.
- Perfecto dibujo. Recupera las formas.
- Profundas perspectivas lineales.
- Utiliza luces de atardecer y sombras alargadas;
- Crea un mundo misterioso e inquietante con
- Espacios donde sólo hay maniquís desnudos en grandes plazas, calles solitarias, casas vacías enfatiza la soledad y la búsqueda de la tranquilidad perdida.
- El hombre, si aparece, es minúsculo.
- Representa elementos contradictorios como edificios griegos y ferrocarriles.
- Está obsesionado con el tiempo como Dalí (reloj).
- Pintura onírica.
- Influirá en los surrealistas.
Con el tiempo comenzará a pintar espacios llenos de maniquíes y artilugios diversos
Obras representativas son: La Plaza de Roma, Plaza metafísica, Héctor y Andromaca (maniquís abrazados), Melancolía, El enigma de la hora, etc.
Ampliación. Breves comentarios de obras
Héctor y Andrómaca
El enigma de la hora